domingo, 16 de mayo de 2010

Mi relación más larga. Vol. I.

En 1998, hace la friolera de 12 años, yo conocía tres maneras de conseguir música y alimentar a mi Walkman Sony:

1. Cinta virgen de 60 o 90 minutos, equipo de música con doble ¿pletina? (¿Se llama así?...ains que me da pereza mirarlo... vamos, que con dos reproductores, teniendo uno de ellos una tecla de Record), cinta original en uno, cinta virgen en el elegido grabador, darle al play a la vez et voilà. Problemas: ningún cassette duraba 60 minutos o 90 minutos exactos, lo cual daba dos opciones:
- O cinta de 60 y elimino una canción que no me guste. Por caprichos del destino, luego se convertía en la que más te gustaba.
- O cinta de 90 en la cual te sobraba la mitad de la cara B, rellenando entonces bien con el mismo cassette desde el principio, bien con un variadito de canciones. Así, mi primera cinta de Ella Baila Sola está acabada con canciones de Rosana. El peor caso me lo encuentro, por cortesía de mi amiga Merce, cuando acabo de escuchar el "¿Donde están los ladrones?" de Shakira. Os recuerdo que la última pista de este disco es "Ojos así" (...le pido al cielo, solo un deseo, que en tus ojos se pueda vivir...) con una mezcla de sonidos libaneses que para eso Shakira tiene que demostrar sus raices. Nada más escuchar ese "¡como los tienes tú!" una voz rasgaba mis oidos desplazados a las jaimas, una voz que decía...
"en lo alto del cerro de palomaaa aaaares....
en lo alto del cerro de palomaaa aaa aaaa reeeess..."
¡Amos ahí Estrella Morente, que esto sí que es interculturalidad!

Y se creían los de Chambao que había inventado el flamenco-fusión. Que vá, fue Merce.

2. Vivir pegada a "Radio Surco", "Cadena Dial", "Los 40 principales" (ante posibles críticas, en el 98 yo tenía 12 años, que no hacéis más que juzgar) y pegarte unas carreras de la leche cuando empezaban los primeros acordes de una canción que te gustaba para grabarla. Esa cinta cutre de la radio era uno de tus mayores tesoros y te sentías elputoamo si conseguías una canción entera sin locutor que te la fastidiara.
Aún recuerdo una canción que me apasionaba pero que tan perfectamente grabé que no sabía ni como se llamaba ni quien la cantaba. Años después, se la canturreé a un amigo viendo que no podía vivir más sin saber de quien era y él, haciéndose el importante, me dijo que si hombre, que era de Marea. Toda la discografía de Marea que me oí y nada oiga. Años después la saqué. Golfa, de Extremoduro.

3. Comprarlo. 1.995 pesetas si era cassette, 2.995 pesetas si era CD. Lo recuerdo muy bien. Me dolía mucho.
En mi caso contaba con que mi madre era del Círculo de Lectores y algunas veces, su catálogo de libros era penoso. Por lo que podíamos atacar nosotros, pidiendo libros o, si conseguíamos comerle la oreja de una manera magistral, arrancarle un cassetito...


Y hasta aquí el contexto de mi relación más larga. Mañana más.
Sean buenos y felices.

1 comentario:

  1. que me se ya el final,pero luego soy yo la que cuento bien estas cosas...oye cada uno hace sus maniobras para atrapar lectores.
    venga que yo se que algún dia esto llegará a oidos de quien tenga que llegar y todo será el colmo del frikismo.espero un final currao y así me engancho
    muak!

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